Las raíces de Southwire se remontan a 1937, cuando Roy Richards Sr., entonces un joven de 25 años, comenzó a construir Richards & Associates (R&A) para construir postes eléctricos con el propósito de llevar la luz eléctrica al hogar de su abuela.
Richards se había graduado de Georgia Tech y, mientras la promesa de un empleo que pagara 80 dólares al mes atraería a la mayoría de sus compañeros de clase a Nueva York, Richards eligió permanecer en el condado de Carroll, un compromiso que mantuvo incluso después de que Southwire se convirtiera en un actor líder en la industria de los cables y conductores.
Durante sus primeros dos años y medio, R&A hizo el tendido de 5,000 kilómetros de cable, convirtiéndose en el segundo contratista de la Ley de Electrificación Rural (Rural Electrification Act, REA) más grande del país. Cuando la Segunda Guerra Mundial detuvo toda la construcción de la REA, Richards fue convocado por el Ejército de los EE. UU., alcanzando finalmente el rango de capitán.
Richards regresó a casa después de la guerra para descubrir que los postes de energía que su empresa a menudo instalaba permanecían sin conexión durante meses debido a la escasez de cables después de la guerra. Al ver que existía un mercado, decidió que la única forma de garantizar un suministro constante de cables era fabricarlos él mismo.
Southwire fue fundada en 23 de marzo de 1950, comenzando la producción con 12 empleados y maquinaria de segunda mano. Dos años después, la empresa había enviado 5 millones de libras de cable y había duplicado el tamaño de su planta.
Desde entonces, Southwire se ha convertido en uno de los principales fabricantes de cables y conductores del mundo y es una influencia creciente en el espacio eléctrico industrial. Con más de 7,000 empleados, la empresa presta servicio a clientes provenientes de una amplia variedad de mercados de todo el mundo y ha introducido diversas innovaciones revolucionarias en el sector, como el proceso de moldeo continuo SCR®, los productos y servicios SIMpull Solutions® y muchos más.
Roy Richards falleció en 1985, pero su espíritu y su legado perduran a través de sus hijos y nietos, ya que la compañía sigue siendo una empresa familiar. Tras la muerte de Roy Sr., el liderazgo de la empresa pasó a dos de sus hijos, Roy Jr. y Jim. Finalmente, Roy Jr. asumió el cargo de director ejectivo. Más tarde, su otro hijo, Lee Richards, se uniría a la empresa. Bajo el liderazgo de una segunda generación de la familia Richards, Southwire se concentró en su negocio principal de fabricación de cables y conductores.
A finales de la década de 1980 y principios de la década de 1990, Southwire continuó creciendo bajo el liderazgo familiar, buscando oportunidades para expandirse a nivel nacional e internacional, incluida la compra de su planta en Starkville, Miss. y la introducción de un hogar para la investigación y el desarrollo continuos, el Centro Tecnológico D.B. Cofer, nombrado así por D.B. “Pete” Cofer, el primer ingeniero jefe de Southwire. En 1996, Southwire construyó Forte Power Systems en Heflin, Alabama, proporcionando una oportunidad para ampliar la producción de cables de media y alta tensión, y dos años más tarde comenzó la producción en Southwire Americana De México, una planta de cables para la construcción.
A medida que el siglo y el mandato de Roy Jr. como director ejecutivo llegaron a su fin, Southwire se propuso innovar en el desarrollo de líneas eléctricas de próxima generación, también conocidas como superconductividad. En colaboración con el Departamento de Energía de los EE. UU., el Laboratorio Nacional Oak Ridge y otros socios del ámbito industrial, Southwire desarrolló la tecnología de cables de alimentación de superconductores e introdujo la primera aplicación en el mundo real de superconductores en febrero de 2000.
En el año 2001, se nombró el primer director ejecutivo externo a la familia Richards, Stuart Thorn. Thorn orientó el impulso de Southwire por la innovación a través de nuevos productos, como SIMpull Solutions®, las iniciativas educativas de valor compartido y un crecimiento diversificado. En 2016, Thorn se jubiló y Rich Stinson fue nombrado director ejecutivo de Southwire, aportando a la empresa tres décadas de experiencia en la fabricación industrial. Stinson ha desarrollado aún más el plan estratégico de Southwire centrado en el negocio principal, las soluciones y servicios adyacentes y las fuerzas transformadoras que impulsarán el futuro de la industria.
Actualmente, la empresa está en manos de familiares, regida por un consejo directivo de diez miembros, en su mayoría independientes. La familia está profundamente comprometida con mantenerse independiente y muy competitiva en esta industria global, y se encuentra involucrando activamente a la próxima generación de propietarios y emprendedores de Richards.